miércoles, 12 de agosto de 2015

La Música del Flamenco El Compás Estilos alternos


La Música del Flamenco - El Compás - Estilos alternos:

Estilos que alternan un compás binario con uno ternario
La música histórica española, la del Siglo de Oro, nos dejó constancia de varios géneros que se interpretan en compás ternario, pero intercalan un compás binario alternativo para obtener medidas más extensas que dejen más tiempo a la expresión. Es el caso de la chacona o la zarabanda, las jácaras y los zarandillos, todos se miden alternando un compás de 6x8 con otro de 3x4 en corcheas. 
Binario en corcheas 6 x 8      1 2 3 4 5 6 / 1 2 3 4 5 6 
Ternario en corcheas 3 x 4    1 2 3 4 5 6 / 1 2 3 4 5
Esta forma de medir en doce tiempos es muy común en los géneros hispanoamericanos como el punto cubano o la petenera mexicana. Esta amalgama la heredó la estética flamenca aunque no ha sido hasta los años treinta del pasado siglo cuando de forma más contundente ha salido a la superficie, ya que, como dijimos antes, el ritmo abandolao es el más común en los registros sonoros más antiguos. Con Paco de Lucía ese desdoblamiento es ya un hecho incontestable. 
Esta amalgama de compases es comúnmente conocida como compás de peteneras. Se basa en la alternancia de un compás binario de 6x8 con uno ternario de 3x4. Vamos a explicarlo más detenidamente. La clave métrica que se ha hecho característica del flamenco se obtiene al desdoblar ese compás ternario de 3x4 del que, cambiando los acentos, surge uno binario de 6x8. 
Binario en corcheas 6 x 8     1 2 3 4 5 6 / 1 2 3 4 5 6 
Ternario en corcheas 3 x 4   1 2 3 4 5 6 / 1 2 3 4 5
Si observamos el 6x8 tiene las mismas unidades de tiempo (6) que el 3x4 pero acentúa (en rojo) en sitios distintos. El fenómeno de amalgamar estos dos compases da lugar entonces a un compás de 12 tiempos. 
Alternando un compás de 6x8 con otro de 3x4: 
1 2 3 4 5 6 / 1 2 3 4 5
Y si cambiamos el recuento, 1 al 12: 
1 2 3 4 5 6 / 7 8 9 10 11 12 
Pero los flamencos, que no conocen ni necesitan conocer teoría de la música, han contado esos doce tiempos que se obtienen de amalgamar un 6x8 con un 3x4, con sus respectivos acentos naturales, de una forma más como para ser "dicha", y en la que dicho recuento no coincide con el recuento que haría un músico sobre un pentagrama. No coincide en el nombre de los tiempos, pero sí coincide en los acentos. Esto ha provocado no pocas confusiones. Los flamencos miden el compás de 12 tiempos así (los acentos en rojo). 
A continuación, primero el recuento tradicional y después el musical: 
1 2 3 4 5 / 6 7 8 9 10 1 / 2 1 2 3 
1 2 3 4 5 6 / 7 8 9 10 11 12 / 1 2 3 4 
Las causas de este "desfase" entre el recuento real que impone la música, y el tradicional usado entre los bailaores, ha despistado a muchos estudiosos que han interpretado el primer 1 del recuento tradicional, con el 1 musical, que en realidad corresponde al último 2 del recuento tradicional, ya que el primer tiempo del compás, el 1, en el flamenco suele ser silencio, y no se acentúa elemento de claro origen africano. 
Otra de las causas de la confusión se puede deber a la forma de rematar los compases en el flamenco, remate conocido en el baile antiguo español como "bien parao", que en vez de cerrar en el primer tiempo del último compás, como se hace en la música Europea, el compás flamenco cierra la frase musical en la penúltima parte de un compás de doce tiempos o en el cuarto de un compás binario y esta singular y andalucísima forma de cerrar el compás aún despista más al neófito. 
Pero sigamos a lo nuestro. Este compás de 12 tiempos, con esa amalgama y esa distribución de acentos, es la que rige la rítmica de grupos de estilos como la soleá y todos sus derivados y las cantiñas. Y al invertir esa amalgama, es decir, si primero medimos un compás de 3x4 y después uno de 6x8, al revés que en la soleá, obtendremos entonces la métrica de la seguiriya, que se mediría así. 
A continuación el recuento musical y después el tradicional: 
3x4 (1 2) 3 4 5 6 / 6x8 1 2 3 4 5 6 / 3x4 1 
      (5)    1    2   /        3      4      /        5 
Y concluyendo ya con los compases de doce tiempos, existen otros dos géneros que utilizan esta amalgama, aunque sin el final en ello, ni el primer tiempo en silencio, tal y como ocurre en la soleá. Se trata de la guajira y la petenera, estilos que distribuyen los acentos según el modelo básico de amalgama de 6x8 y 3x4, con sus acentos naturales: 
1 2 3 4 5 6 / 7 8 9 10 11 12 / 1 2 3 ... 
Pero ahí no acaban los problemas para comprender la métrica flamenca, ya que los guitarristas y, sobre todo, los cantaores, suelen estirar o acortar alguno de los tiempos del compás a discreción, a fin de conseguir un efecto emocional determinado, acorde con la estética del cante jondo. Por eso no debe achacar el lector a su falta de oído para llevar a cabo este ejercicio, intentar acompañar con las palmas una grabación flamenca cualquiera, ya que debido a esa "elasticidad" del aire flamenco, encontrará muchas veces que le resulta casi imposible. 
En las grabaciones de baile este problema no se presenta debido al ajuste métrico obligado entre las partes del compás. No obstante cuanto más lento es el tiempo musical, más difícil es acertar con las palmas. 
Si el lector quiere ejercitar el compás flamenco deberá marcar con las palmas una secuencia de doce tiempos iguales, acentuando los señalados en rojo. Contar en voz alta la secuencia de doce tiempos y hacer las palmas. Aconsejamos, por ser fonéticamente más factible, el recuento tradicional. Con la práctica este ejercicio permite incorporar ese marcaje a numerosos estilos, los considerados comúnmente más flamencos. 
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